miércoles, 5 de septiembre de 2018
Preámbulo
Vivimos en un mundo donde el márketing se ha convertido en una estrategia fundamental para la vida cotidiana. Hoy en día es más importante saber como vender, que el producto en sí. Medimos el progreso en base al éxito y no a la grandeza. Vender mucho es ser exitoso aunque carezca de contenido alguno lo que hacemos. Un producto de calidad con pocas ventas, es simplemente, inviable.
Quizás por eso la comida más sabrosa siempre aparece en los lugares familiares, donde la falta de demanda le permite concentrarse en cada plato con una dedicación casi fantástica a diferencia de las cadenas multinacionales que tienen que cumplir más con una cuota fija de ingreso mensual que con la satisfacción de sus clientes.
Con todo esto en mente, no es sorpresa encontrar pequeñas joyas que la mayoría pasa por alto en la vida cotidiana, pero lejos de desalentarnos deberíamos recordar que toda historia tiene un comienzo y las joyas más brillantes empiezan ocultas bajo la tierra.
Tengo la suerte de haberme cruzado en esta vida con personas excepcionalmente talentosas. Me gustaría poner mucho énfasis en la palabra "personas" ya que ni todo el talento del mundo los vuelve menos inseguros de sí mismos, les saca los días malos y los buenos de encima o los limpia de prejuicios, errores y capacidad de crecimiento y aprendizaje. Pero puedo asegurar que son seres con un talento y una pasión para lo que hacen tan grande que rivaliza con los máximos exponentes de sus artes. Solo les falta tiempo y exposición, pero en las palabras de un Freddie Mercury en sus treintisiete refiriéndose a Boy George:
"...Siempre hay gente así. Siempre podés notar cuando alguien va a durar..."
También tengo la suerte de haber sido bendecido con un talento para la expresión, lejos de ser un comentario cargado de ego. Escapé durante muchísimo tiempo de dicha noción. "Yo solo digo lo que pienso" me repetí a mí mismo y a otros sin cesar "Pero no todos los expresan con la misma claridad o facilidad" ha sido la respuesta de una gran mayoría que me impulsa a perseguir esta pasión por la escritura y la constante discusión de opiniones, ideas y fantasías.
Por ende, en un intento por combinar mis capacidades literarias con mi entorno talentoso nace la idea de escribir una suerte de series biográficas totalmente subjetivas para dar a conocer a la mayor cantidad de personas posibles, un poco de las vidas de estos individuos y lo que hacen con ellas y sus dones.
Por el momento me gustaría concentrarme en aquellos a quienes puedo asegurar que conozco, pero eventualmente quienes quieran acercarse al fuego y permitirme el honor de conocerlos, aprender sobre sus vidas y trabajos, dejándome expresar con mis palabras sus historias, estaría feliz de hacerlo.
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